LA CONTRADICTORIA LEY DEL ABORTO

Esta esperpéntica ley, vulnera abiertamente varios Derechos y además, resulta una burla al intelecto humano.

El Ministro Gallardón, al redactar esta Ley antepuso su creencia religiosa y su tendencia capitalista al razonamiento práctico y humano.

Su amigo Rouco Varela, que es más cerrado que la puerta blindada de un Banco Suizo, cuando se trata de algo sexual es capaz incluso, de pronosticarle un infierno eterno a quien se anime a criticarlo.

No es que yo esté a favor o en contra de esta ridícula Ley que se inmiscuye en la privacidad de las personas, lo que no soporto es que se usen distintos raseros a la hora de juzgar los hechos. veamos: Se prohibe el aborto, "ya que por Ley se debe cuidar la vida" y como para justificar una intromisión en los derechos de los demás, se contemplan los siguientes supuestos: Si el feto tiene una malformación evidente y resulta peligroso para la madre, se autoriza abortar, pero si no es malo para la madre, aunque sea un idiota toda la vida, se prohibe abortar. Si la mujer fue VIOLADA por un canalla, tampoco puede abortar. Puedo seguir con este disparate, pero dejaré a vuestro criterio, Juzgar el cretinismo y la falsedad de nuestros políticos.

Donde quedó aquello de: LA LIBERTAD TERMINA DONDE COMIENZAN LOS DERECHOS DE LOS DEMÁS...

Entonces me pregunto: ¿si hay que proteger al ser humano por encima de todo?, ya no enviaremos nunca más a nuestros hijos a la guerra aunque nos ataquen, ni a colaborar en guerras que no nos atañen, solo para quedar bien con el cretino que la provocó, que además, resultó ser un simple chorizo que pretendía quedarse con las riquezas que tenían sus contrincantes.

Estas cuestiones me enervan porque no soporto la hipocresía y menos, cuando viene envuelta en preceptos religiosos falsos y creados por el hombre, para poder dominarle mejor.

El que quiera entender que entienda, y el que no, que siga poniendo los zapatos el día de reyes. Yo soy más práctico, y cuando aparecen esas aberraciones, me miro en el espejo de mi casa y digo: ¿quien es el idiota que me está mirando?. Porque así me siento ante tantos despropósitos.

Mario R. Masjoán