viernes, 27 de abril de 2012

LIMPIAR Y LUEGO, RECORTAR LO MÍNIMO



Como el título indica, lo primero que hay que hacer es “limpiar” el país de corruptos, privilegiados, enchufados e inútiles.
Para poder hacer esto se necesita que todas las fuerzas políticas se unan sin egoísmos, para redactar una nueva Constitución que se adapte al momento que vivimos.
Que se limpie la Justicia y que a todos aquellos Jueces que aún añoran los abusos del Franquismo, se les jubile o prejubile para que desaparezcan de una vez por todas.
Que se pueda juzgar y condenar a un político corrupto, sin tantas trabas como ahora. El delincuente es delincuente aunque ostente corona, porque el único privilegiado en una Democracia es EL PUEBLO, no el dirigente.
Que se aumenten las condenas por delitos ecológicos y por evasión de capitales, a “cadena perpetua” revisable a los 20 años y que cuando cumplan en una cárcel, se les haga trabajar por una salario inferior al que ellos adjudicaban a sus trabajadores.
Que la justicia sea benévola con aquellos que roban por hambre; se reduzcan sus condenas y se les enseñe a vivir en sociedad.
Que vuelva la figura del plebiscito popular, que tan buenos resultados da en Suiza, y se le de al pueblo la posibilidad de discrepar con los que les representan, sin necesidad de esperar cuatro años.
Que el Tribunal Constitucional esté compuesto por miembros de probada imparcialidad, y su gestión sea vitalicia.
Que desaparezca la Mayoría Absoluta, que se fijaría en un 48% como tope, para que aquellos que gobiernen tengan que pactar siempre con alguna fracción de la minoría para aprobar las leyes que propongan. Si mantenemos la mayoría absoluta para quien la obtenga, como ahora, transformamos la Democracia un una dictadura democrática casi sin darnos cuenta y fomentamos actos de corrupción.
Que se cree un tribunal popular con un miembro por cada autonomía, que controle los debates en el Congreso, para que sean constructivos no destructivos, cuando las opiniones son diferentes. El Presidente del Congreso puede seguir controlando los tiempo de exposición, pero solo en tribunal popular controlará las formas. Así terminaremos con la demagogia que padecemos, obligando a quienes nos van a representar, que cumplan con lo prometido en campaña.
Que desaparezca el Senado por inútil y caro, ya que la función que representa en este momento es obsoleta y reiterativa: ejemplo- Se aprueba una ley en Junta de Ministros, pasa al Congreso para ser debatida, se aprueba, pasa al Senado para que la ratifiquen, estos la rechazan, vuelve al Congreso, se vota, gana la Ley y se aprueba otra vez. Lo que no entiendo es como a los propios diputados y senadores, esta cuestión no les da vergüenza, porque ellos saben perfectamente que en Europa, hay varios países que carecen de Senado y que están mejor que nosotros.
Que todos aquellos miembros de cualquier gobierno que tras finalizar su mandato tienen una jubilación vitalicia, no puedan trabajar en otro lado sin renunciar primero a su pensión estatal. Si esto no se modifica, todos los “parados” tienen derecho a tener otro trabajo sin perder la prestación oficial.
Hay que terminar con eso de que se acepta que “caiga” preso el ratero y se salve el que lo dirije.
La Banca aunque privada, debe estar controlada por el Estado. Hay que frenar los abusos y si por causas desconocidas un Banco privado comienza a caer, debe tener el mismo trato que el verdulero del barrio. Hay que terminar con los privilegios, las coronas y los políticos corruptos. Las religiones deben auto-financiarse sin subvenciones estatales, ya que lo único que producen son fanáticos irracionales que suelen entorpecer la convivencia..
Hay que reflotar la pequeña y mediana empresa, porque es la base del bienestar social. Si no se consume no hay producción y si no se produce no hay contratación. En momentos de crisis mundial como el que estamos pasando, se debe presionar a los Bancos para que otorguen créditos a pequeños y medianos empresarios, pero al mismo tiempo, rebajar los costes de Seguridad Social en la contratación a la mitad, temporalmente.
No se sale de una crisis despidiendo gente, porque esto conduce al hambre y cuando el hambre se instala, surge el espíritu del “gueto” y la sociedad se derrumba, las diferencia se alejan cada vez más y los abusos se disparan.

Escribí este articulo con todo el dolor del alma...

Mario R. Masjoan

No hay comentarios:

Publicar un comentario