Esto no es una utopía
ni un chiste, me solidarizo con quienes mantienen como ciertas esas
teorías sobre seres abstractos y llego entonces a la conclusión, de
que no hay dudas en lo que respecta al Colapso Infernal, y por ende,
seguramente, a la soledad más espantosa que padece del Cielo.
Tanto Cura pederasta,
tantos Cristianos guerreando en nombre de ese Dios abstracto para
disimular su sadismo, tantos violadores, ejecutores y cómplices de
todos estos, que jamás se desprenden de la Biblia. Islamistas que
aún no se han enterado que su Dios y su demonio son el mismo que
tienen los otros; immolándose en medio de cualquier multitud para
destrozar la mayor parte de personas inocentes a las que llaman
“infieles”, por el solo hecho de no pensar como ellos, incluso
igual que los cristianos, “joder” (el joder lo dijo el demonio,
no yo). Víctimas y ejecutores, Hitleres y Pinochetes. Torquemadas y
Luteristas, brujas y exorcistas, espadas de Dios en manos de
Demonios, mentiras que se tronchan de risa de la piedad, impuestos
sagrados y políticos, oro y más oro en la casa del humilde hijo de
Dios y muchas cosas más que todos saben aunque nieguen, han hecho
que hasta el propio Demonio se haya hartado. No aguanto más este
colapso, dijo.
La maldad ha sido tan
grande, que el propio Demonio está desbordado y quiere volver a ser
bueno. A mandado al cielo a sus embajadores: Franco, Hitler y
Musolini, para que negocien con Dios, que está más solo que la una
y con Vicente Ferrer, “el de la India” a su lado y muy
preocupado. Pidió un perdón especial para Él, ofreciendo sus
servicios y experiencia, junto con sus disculpas por la ridícula
disputa que les separó hace ya tiempo, para ver si así, pueden
entre ambos, volver buenos y justos a los hombres para siempre.
Esto me lo contó una
paloma. No podía ser otro pájaro, aunque “pájaros malos” haya
en este mundo, vendiendo falsas bondades.
El día que
desaparezcan todas las ridículas religiones basadas en lo abstracto,
es probable que la sociedad recupere la cordura y su principio
básico: LA COLABORACIÓN
Mario Masjoán
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