sábado, 5 de octubre de 2013

COLABORACIÓN

Principio básico que dio pié a la creación de las primeras sociedades humanas, que comienza a resquebrajarse desde el mismo momento que, por el incremento de individuos, se crean los estados.
A tenor de esto y hace ya un tiempo, escribí la siguiente reflexión:(En formato cuento)


EL COSTE DE UNA SENTADA

Nuestro subconsciente es incapaz de desarrollar una fantasía consciente, sin un precario punto de inicio y una evolución posterior.
Es más que probable entonces, que una tontería como: “a este gato le llamaré Tato”, haya evolucionado desde la prehistoria hasta cosas como:

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
Pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Rubén Darío

ó


Cada lágrima brillaba en las olas
cual gota de ámbar resplandeciente.
Homero, siglo VII a C
Refiriéndose a las Helíadas (hijas de Helios el Sol) cuando enterraban a Faetón su Hermano, en una de las orillas del Erídano, el río.
Es probable también, entonces, que el poder, las diferencias sociales y las organizaciones religiosas, provengan de una simple sentada prehistórica.
Los primitivos humanos, según prestigiosos antropólogos, se agrupaban en “bandas” y por lo general, tenían una especie de dirigente que, o era el más viejo, o el más capaz. Este dirigente y de motus propio carecía de privilegios, o sea, trabajaba y cazaba como uno más, pero un día se sentó, posiblemente, sin imaginar la que montaría.
Esta inocente sentada evolucionó sin quererlo, hasta personajes como: Calígula, Torquemada, Hitler, Bush y muchos más, y en organizaciones religiosas como el Vaticano, los multimillonarios predicadores americanos, o bestias como los talibanes islámicos de Afganistán, que rocían con ácido a la niñas que desean instruirse.
Estoy seguro entonces, que ese prehistórico dirigente habría preferido morir de pie, si hubiera imaginado lo que supuso su sentada con el tiempo.

Mario

Este fenómeno, de ninguna forma puede ser casual, y se produce durante la evolución al no poder erradicar de nuestro subconsciente, la figura del Macho Dominante.
Si analizamos con criterio la cuestión, veremos que el afán de protagonismo que nos incita a ser superiores a los demás resulta irrefrenable, pasando por aquel que se compra una bicicleta mejor que la de su vecino y no ve la hora de llegar a su casa para mostrársela, hasta terminar luego de pasar por miles de situaciones similares, a declararle la guerra a cualquiera para poder dominarle y quedarse con sus posesiones.
De este quebranto social, nacen: la envidia, el egoísmo, las ansias de acumular riquezas, las diferencias de clases, es desprecio por sus semejantes pobres, o de distinto color de piel, etc.

La educación, pública o privada, enseña a nuestros niños cualquier cosa, menos el ser solidarios y colaborar con los más débiles. Esto provoca la aparición de “guetos” en ciertas partes de la sociedad, que suelen terminar en bandas de delincuentes que roban para poder comer o para poder llegar al nivel de los privilegiados. Estas bandas se combaten, las de los privilegiados no, por eso cada vez hay más paraísos fiscales que ningún país se anima a intervenir.
La mentira vence a la verdad en todos nuestros ámbitos y así, ninguna sociedad puede mantener sus niveles de bienestar.
Las grandes Empresas Corporativas comienzan a ganar terreno (sin dar la cara) en la política de casi todos los países del mundo, llegando incluso, a imponer Presidentes corruptos que comulguen con sus ideas y pretensiones. La Colaboración desaparece y el protagonismo fluye como manantial inagotable, transformándose en caudaloso rió del que solo beben los dueños secretos del poder.
Los políticos honestos se desesperan por solucionar los problemas de los pueblos, pero todo resulta inútil, porque antes de que asuman ya se sienten condicionados por unos poderes fácticos que la mayoría desconoce.

Europa trata de unirse para soportar el embate de esos poderes, pero al poco tiempo choca contra la falta de colaboración de muchos de sus miembros y encima, los poderosos provocan una crisis mundial muy difícil de solucionar aunque hayan impuesto una moneda única, ya que con miembros como Gran Bretaña que nunca aceptaron esa moneda ni las normativas que provenían del Gobierno de la Unión Europea por la simple razón de tener el dominio sobre Cuatro paraísos fiscales (o más), siempre están al límite

No me extrañaría que el Reino Unido de Gran Bretaña, estuviera compinchado con quienes produjeron esta crisis mundial, como los Goldamd Sachs and Company.
Vivimos una de las etapas más conflictivas de la humanidad y todo, por haber dejado en el camino, el sagrado principio de la COLABORACIÓN.
Si falla la base, todo se derrumba....

Mario Masjoán

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