No es utópico mi razonamiento sobre la
esclavitud, porque desde que se instala en la sociedad, (hace
probablemente miles de años) no ha dejado de crecer y tratar de
ocultarse.
Todas las civilizaciones arrastran esta
lacra que desgraciadamente, sirvió para fomentar el desarrollo
evolutivo y tecnológico.
Desde aquel sujeto que guió a su Banda
(luego llamada Tribu) hasta lo que hoy conocemos como Sociedad,
siempre llovió para el mismo lado. A continuación describo una
fantasía que estimo se aproxima a la realidad...
EL COSTE DE UNA SENTADA
Nuestro subconsciente es incapaz de
desarrollar una fantasía consciente, sin un precario punto de inicio
y una evolución posterior.
Es más que probable entonces, que una
tontería como: “a este gato le llamaré Tato”, haya evolucionado
desde la prehistoria hasta cosas como:
Dichoso el árbol que es apenas
sensitivo
y más la piedra dura porque esa ya no
siente,
Pues no hay dolor más grande que el
dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida
consciente.
Rubén Darío
ó
Cada lágrima brillaba en las olas
cual gota de ámbar resplandeciente.
Homero, siglo VII a C
Refiriéndose a las Helíadas (hijas de
Helios el Sol) cuando enterraban a Faetón su Hermano, en una de las
orillas del Erídano, el río.
Es probable también entonces, que el
poder, las diferencias sociales y las organizaciones religiosas,
provengan de una simple sentada prehistórica.
Los primitivos humanos, según
prestigiosos antropólogos, se agrupaban en “bandas” y por lo
general, tenían una especie de dirigente que, o era el más viejo, o
el más capaz. Este dirigente y de motu propio carecía de
privilegios, o sea, colaboraba y cazaba como uno más, pero un día
se sentó, pensando posiblemente que con dirigir hacía bastante, sin
imaginar la que montaría.
Esta inocente sentada evolucionó sin
quererlo, hasta personajes como: Calígula, Torquemada, Hitler, Bush
y muchos más, y en organizaciones religiosas como el Vaticano, los
multimillonarios predicadores americanos, o bestias como los
talibanes islámicos de Afganistán, que rocían con ácido a la
niñas que desean instruirse.
Estoy seguro entonces, que ese
prehistórico dirigente habría preferido morir de pie y colaborando
con sus congéneres, si hubiera imaginado lo que supuso su sentada
con el tiempo
La progresiva desaparición de la
colaboración, da pie a que la sociedad incorpore el egoísmo, el
protagonismo, las diferencias sociales y las ansias de poder, las
sociedades se corrompen y aparecen la mentira, el odio y el desprecio
de los dominadores hacia los dominados, auto convenciéndose los
dominadores, que tienen derecho a dominar imponiendo sus criterios.
Desaparece la colaboración y con ella,
las bases de una sociedad que caminó ciegamente hacia la esclavitud,
y arañando su propia autodestrucción.
Mario R. Masjoán
De dirigir un grupo pequeño de
personas, se pasó al pueblo que deja de ser nómada y se establece.
Es entonces cuando el dirigente se da cuenta que ostenta un poder
mayor y prepara la jugada maestra, o sea, pasar de “orientador de
una banda o tribu”, a tener un pequeño poder sobre el resto de la
sociedad, ampliar su territorio aunque se deba usar la fuerza y crear
un grupo de guerreros que se encarguen de dicha faena..
En ese mismo momento, los seres humanos
y casi sin darse cuenta, comienzan tímidamente la evolución
tecnológica, llevando a la rastra la institualización de las
diferencias sociales que llegan a nuestros días con el mote de:
Capitalistas y Trabajadores.
La palabra PATRIA encierra en si misma
un belicismo espantoso y unos principios totalmente falsos, ya que
desde el soldado raso al glorioso héroe, TODOS, “No van a matar y
morir por su patria”, sino para defender encubiertamente, el
patrimonio de Capitalistas que dominan desde las sombras la política
y el destino de las Naciones actuales.
La esclavitud como la conocemos hoy,
proviene de tiempos inmemorables y se practicó en todas las
sociedades, incluso en la China y en la Azteca. Tuvo su auge durante
las primeras explotaciones agropecuarias, en las grandes
Construcciones, en la minería, en la industria, etc.
Según datos veraces, se fue
desterrando de las sociedades por causas humanitarias (creo que fue
Dinamarca la primera nación que la abolió), aunque hoy, si hilamos
fino, nos damos cuenta que en realidad sigue vigente, ya que cambiar
el látigo por un estómago hambriento no es la solución sino un
triste parche que un listillo “Capitalista” se quitó del ojo,
para sostener una Ley vergonzante.
Mario R Masjoán
No hay comentarios:
Publicar un comentario