viernes, 6 de abril de 2012

EL CRISTIANISMO


EL CRISTIANISMO IMPUESTO A CRISTAZOS

No es difícil deducir que para imponer una Mitología como verdad, tiene que haber un tipo de imposición brutal, o sea, crear el miedo a algo real para luego elevarlo a algo abstracto.

Como todo durante la evolución del ser humano, esta cuestión llevó su tiempo y al menos durante estos últimos 2.000 años, también evolucionó o involucionó, según como se mire.

Muchos males de los que padece el ser humano actual, provienen de una mentira y era lógico entonces, que no terminara bien. Llegó a su techo de vuelo y ahora comienza el descenso. La ciencia creció más que la irracional fe y se destaparon muchas cosas que durante siglos permanecieron ocultas.

Hoy sabemos, como ser, que el pueblo Judío como tal no existió y que los Egipcios no solamente carecían de esclavos, sino que tampoco tuvieron esclavos Judíos. También que miembros de una familia, que se sospecha que pertenecían a una cultura llamada “los Hicsos” que se dedicaban a la siembre y cría de animales se separó de estos y se dedicó a la artesanía. De lo que se está seguro, es que los Judíos Bíblicos nunca fueron esclavos de los Egipcios.

Esta especie de tribu tenia una habilidad asombrosa para el comercio, por eso algunos historiadores los sitúan como una rama rebelde del pueblo Fenicio que se apartó y comenzó a actuar por su cuenta.

Con objeto de resumir el principio de una gran mentira dirigida con habilidad, digamos que todo comienza con la huida de un tal Abraham y su familia, de una ciudad Reino de Sumeria (Ur) donde residía, tras enterarse que los Amorreos se preparaban para atacarles. Ustedes se preguntarán ¿por que sito este hecho?, pues porque en esa huida, Abraham se lleva consigo todos los escritos sobre la mitología de esta gente; la reforma como le conviene y la transforma en una realidad virtual. Tuvo la suerte Abraham, de poder llevarse esto escrito, porque los Sumerios están considerados como los primeros que tuvieron escritura que se llama “Cuneiforme”. Contaban con un Dios creador de cielos y tierra junto a su mujer, varias diosas colaboradoras (una de ellas creó a la mujer de una costilla de otra Diosa y el Dios creador fabrica también al primer hombre. Tenían otros Dioses menores y mayores, y la pareja creada, dos hijos que se peleaban como Caín y Abel, pero que nunca se mataron. Son expulsados del lugar maravilloso donde moraban, por su mal comportamiento.

Si tenemos que los expertos en la materia han descubierto leyendo la Biblia, que geneológicamente el mundo fue creado hace 4.004 años, el disparate posterior se desmontaría por si solo, pero como se impuso por la fuerza y el miedo, se arraigó en casi todas las civilizaciones posteriores.

Los Mitos no se imponen y por lo general, salen de la imaginación de los pueblos de una época muy lejana. Que luego sus seres fantásticos fueran venerados, era patrimonio exclusivo de quienes los veneraban, pero jamás fueron impuestos por la fuerza.

La creación del mundo y del primer hombre, figura en las mitologías de todo el mundo conocido y desconocido de aquella época, e incluso en América con “Manitú” como ser supremo, figura la creación del mundo y la del hombre y la mujer, en aquella región, que hoy se llama: Canadá.

Si el Antiguo Testamento recoge solo la creación del hombre blanco por Dios; con Agar la sierva Egipcia de Abraham la mal llamada raza Árabe; y la Negra por la maldición de Dios a Caín, que fue rociado por Éste con agua de lluvia y quedó negro. Todas fantásticas estupideces si se pretende imponerlas como realidad, y simpáticas si se mantienen como Mitos que es lo que son, pero se desmoronan cuando descubren que los Chinos son amarillos, porque estos eran desconocidos para quienes escribieron la primeras mentiras bíblicas, que pretendieron en un principio e impusieron después, para terminar transformándolas en hechos verídicos. Los Chinos, los Indo-americanos de piel cobriza y los esquimales no se conocían; de no ser así, les hubieran inventado un origen.
NADA SE PRUEBA POR SI MISMO. Esto es razón pura; que alguien pretenda imponer lo contrario, es irracionalidad más pura aún, envuelta en un manto de mentiras cada vez más grandes, aunque siempre favorezcan a unos pocos y esclavicen al resto.

Cuando aparece Jesús en escena, un listillo llamado Pablo se aprovecha de la filosofía que predicaba este señor y la comercializa con descaro- Es bueno saber que el aquella época existían diversas mitologías en uso, entre las que destacaban la Greco Romana, dentro de la cual y con mucho cuidado, Pablo introdujo la Cristiana ( a su manera como buen fariseo).

Cuando Constantino El Grande, Emperador Romano asentado en Bizancio, prohibió la persecución a los Cristianos (a pedido de su madre que se proclamaba Cristiana) y les permitió tener latifundios y poder, todo se desmadra. Destruyen la Biblioteca de Alejandría (Una de las maravillas del mundo), matan a su científica Hepatia y anulan la mitología vigente, aunque en algunos casos, como ser el de la adoración a estatuas y figuras, parece más una romanización del cristianismo.

Ya en el 180 de nuestra era, el Obispo de Lión, Irenéo, había seleccionado entre unos 70 evangelios, quienes estarían en lo que se llama hoy, Nuevo Testamento. (También aceptó el Apocalipsis de Juan, hoy considerado en medicina Psiquiátrica como ejemplo de esquizofrenia) Entre estos evangelios que se conocen a través de un escrito sobre La herejía redactado por el propio Irenéo, en los que se nombra a Jesús como Filósofo; hijo de Dios; amigo de Judas; etc., este elige solo a cuatro (que son los que conocemos) y manda quemar al resto. Estos cuatro aparecen en el Nuevo Testamento, retocados por algún experto de la época, ya que parecen escritos por la misma persona, y llenos de milagros inventados y hechos dudosamente creíbles.

La base de la nueva religión, se asentó entonces en los “misterios”: el misterio de la vida; el misterio de la muerte (que es de donde parten la mayoría de las mitologías con dioses abstractos, las filosóficas aceptan la muerte como parte de la vida); el misterio de la resurrección; etc., y también en la fuerza. Se inventaron historias falsas que obligaron a ser creídas y ocultaron otras que no les convenían, A Jesús lo hicieron hijo de Dios (algo que él nunca aceptó ser, porque cuando le preguntaban contestaba: Yo soy el hijo del hombre) y a su madre María, virgen (cuando en la traducción del hebreo antiguo donde se narra esta historia, figura la palabra “Almah” que quiere decir “mujer joven”).

Entonces comienzan a crearse los milagros; el miedo a la muerte natural se transforma en una especie de entrada a una nueva vida en un cielo imaginario (con nuestro cuerpo, sin saber a que edad) para quienes no pecaron, y un infierno de fuego y azufre para quienes lo hicieron.

Tras la crisis que produce la rebelión de Lutero contra la Iglesia madre y sus abusos, en pleno renacimiento, todo se desmadra (incluso los grupos rebeldes se fragmentan). La Inquisición tiene que trabajar doble jornada y es usada por ambos bandos.

Miguel Servet, médico Español descubre en París, que la sangre circula por las venas y es perseguido por la Inquisición por blasfemo. Es detenido y quemado vivo en Ginebra por Calvino.

Cuando termina la inquisición comienzan los misticismos, las creencias que Jesús entra en nuestros cuerpos para protegernos, los milagros vuelven en cada iglesia, los demonios atacan a las personas débiles que no creen en Dios y necesitas de exorcismos brutales para extirparlos, cuando todo se trataba de una esquizofrenia, y el dominio de la mente popular pasa a ser patrimonio de los clérigos, que por medio de la confesión se enteran de todo.

Cristos de madera, de cemento, de oro, etc., y Vírgenes otro tanto, mientras los templos son cada vez más suntuosos. La figura de los santos viene precedida por la vida que llevaron o se inventaros los familiares ricos que necesitaban uno.

Se crean colegios como los del Opus Dei, que fanatizan a los niños desde pequeños transformándoles en monstruos capitalistas del mañana, que explotan a los pobres trabajadores en beneficio suyo. Los que produjeron la Reforma, hoy son estrellas televisivas y grandes capitalistas que siguen imponiendo a Cristo como hijo de Dios, rebuscando en la Biblia algo que aunque confuso, justifique sus creencias.

Siguen las guerras en nombre de Dios y contra Ala, o de Ala contra Dios. Se bendice a los soldados de uno y otro bando, y cuando mueren en combate, aunque haya vivido siempre como un desgraciado, se le sepulta como a un rico y con honores.

Destrozaron las fantasías de los pueblos, les quitaron sus simpáticas Mitologías, les hicieron luchar entre ellos por una hipotética igualdad, y los condenaron a aceptar como cierto, a un filósofo
que por la cantidad de gente que arrastraba en sus conferencias al aire libre (esto está comprobado),
seguramente era muy bueno y le llamaban CRISTO, a golpes de espada, crucifijos y hogueras.

De este cuento que pasó de bonito a terrorífico, vive hoy el capitalismo corporativo más salvaje de la historia de la humanidad, basado en una mentira impuesta como verdad.


Mario R. Masjoán

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