viernes, 6 de abril de 2012

EL FRACASO DE LA DEMOCRACIA


Este sistema político social, nacido en las antiguas colonias griegas del Asia menor allá por el siglo VII a C, jamás pudo aplicarse como correspondía, y en no mucho tiempo fue cayendo en manos de dirigentes ávidos de poder, que se hicieron por las buenas o por las malas, con este fantástico sistema.

Cuando los creadores del sistema se dieron cuenta que resultaba inexplicable que un pueblo sin cultura ostentara el poder, ya era imposible revertir la situación. Tuvieron que ceder replanteándose la cuestión, aceptar la demagogia como parte de la democracia y luchar por basar el sistema en el empirismo, algo que ya resultaba imposible conseguir.

Los políticos modernos emplean una democracia muy personal, con sufragio universal, pero con representantes que usurpan el poder del pueblo. Con un sistema que contempla las “mayorías absolutas” que solo sirven para transformar la democracia auténtica, en una dictadura democrática y cuando esto sucede (normalmente engañando al pueblo), se consideran dueños del poder, algo que es una falacia tolerada por la incultura popular.

Desde ese momento las democracias se inundan de privilegiados, con simpatizante que les toleran (quizás porque pretenden ser uno de ellos, o por simple estupidez) y aparecen los “aforados”, que son casi imposibles de juzgar aunque cometan delitos graves; los miembros del poder Judicial, que son intocables hagan lo que hagan; las constituciones ambiguas que nunca afectan a los poderosos; los sindicatos con manos atadas y bocas cerradas; etc,, y el grueso de un pueblo ignorante que les acepta con la ridícula denominación de: MAL MENOR.

Con el tiempo, la democracia cae en manos del capitalismo, que con mucha sutileza y tiempo de ese que carece el pueblo, comienza a esclavizar al hombre común. Primero lo prostituyen y luego, le quitan lo poco que les queda. 
Inventan el crédito como el artífice del bienestar del pueblo, sin que este se de cuenta que en el fondo, el capitalismo se queda con su bienestar y el pueblo con sus deudas.

Constitucionalmente, debería existir un comité popular que controle las acciones de sus representante para que no engañen al Pueblo y cumplan lo que prometieron. Este comité debe ser elegido por sufragio universal y tener una duración máxima de 2 años.

Pero para todo esto se necesita cultura y casualmente esto, es lo que quienes dominan al mundo entero se niegan a invertir por algo tan simple como es: que resulta más fácil dominar a un inculto que a un culto. CON LO BONITO QUE SERÍA VIVIR EN UNA AUTÉNTICA DEMOCRACIA.


Mario R. Masjoán

No hay comentarios:

Publicar un comentario