El multimillonario llamado "Eclestoné" (con el acento en la e, para que parezca Francés, algo que le irrita), se ha propuesto destrozar la prueba automovilista más prestigiosa del mundo "LA FORMULA 1 DE AUTOMOVILISMO", nacida en 1.950.
Este mequetrefe bajito y caprichoso, viene desvirtuando el alma de este deporte, imponiendo sus idioteces año tras años.
Comenzó recortando, si mal no recuerdo, el uso de los neumáticos con la imposición de usar los de una fábrica que parecía hacerlos para que se rompieran con mucha facilidad, y siguió con los sistemas eléctricos de los coches, etc.
Ahora, como colofón a sus tonterías, baja la cilindrada de los bólidos, les permite usar turbo, (que quita uno de los alicientes de este deporte, que es el ruido de esos espectaculares motores) y condiciona el "triunfo" a que el que gane no use más que 100 litros de combustible durante toda la carrera y además, le sobre combustible para dar la vuelta triunfal del circuito. Si no lo consigue, perdería la carrera aunque haya ganado.
Este cretino endiosado, que una vez tudo el tupé de decirle a Camps que La fórmula 1 vendría a Valencia si Él ganaba las elecciones, es el que desde hace unos años viene torpedeando con tonterías, la prueba máxima del automovilismo mundial, y de donde salen los adelantos tercnológicos que luego se aplican en los coches de calle.
Las normas actuales son demenciales porque tuerce todos los principios de cualquier competición, o sea, llegar primero, con o sin gasolina.
Espero que este descerebrado se aleje pronto de la Fórmula 1 y nos deje disfrutar de esas apasionantes carreras.
Si sigue haciendo de las suyas, les sugiero a todos loa corredores: QUE AGOTEN EL C0MBUSTIBLE DE SUS COCHES TODOS AL MISMO TIEMPO, sin llegar a la meta, "Quizás así, se de cuenta de la estupidez que ha hecho"
Mario R. Masjoán
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