sábado, 1 de marzo de 2014

UN POCO DE FILOSOFÍA NO HACE MAL A NADIE



Siempre hemos oído que el universo es un orden perfecto, pero incluso corriendo el riesgo de que se burlen de mi, discrepo y califico al Universo como un “desorden” perfecto.
Para nuestra razón es lógico que busquemos la perfección, algo tan imposible como encontrar las dos puntas de un arco iris, pero no se rinden.
Se maquilla la cuestión con Dioses inventados, creadores de cielos, tierra y habitantes, pero esta cuestión se estanca y difumina en el tiempo, cuando se descubre que el universo y su inmensidad existen.
¿A que se recurre entonces?, al fanatismo psicológico por un lado, y a la espada y la hoguera por otro. De esta forma que de sutil no tiene nada, se imponen creencias en seres abstractos creadores de este universo desordenado e imperfecto, que deja a humanos carnales, que le representarán en la tierra. Lucharán por el bien para erradicar el mal, algo que el hombre primitivo desconocía y que comienza a tomar forma en ciertas mitologías (interpretaciones de distintas civilizaciones), que terminan por unificarse cuando se impone el Cristianismo.

Socrates intentó llevar la unidad al plano del conocimiento, al sostener que la virtud es el conocimiento y el vicio la ignorancia, muy común entre los poderosos.
Cuando Socrates nació, allá por el 470 a C , el sistema Democrático, creado por los Griegos de las antiguas colonias de Asia menor, llevaba casi 300 años funcionando.
Cuando el Filósofo habla del conocimiento y la virtud, ya se había dado cuenta que sin cultura popular, el sistema sería imposible de aplicar y caería indefectiblemente en manos de poderes corruptos y viciosos, o sea que lo que estamos viviendo hoy, no es nuevo.

Los Reyes primero, las Iglesias después y los Políticos hoy, se encargaron de destruir aquellos loables ideales que agrupaban a los integrantes de las primeras civilizaciones, negándoles el poder individual y colectivo que les correspondía. El capitalismo no es un invento moderno, es más antiguo de lo que pensamos y no fue creado de es profeso, sino como arma para defender unos privilegios obsoletos, donde el vicio y la prepotencias campaban a sus anchas.

Aunque hoy parezca raro, las primeras civilizaciones que existieron eran matriarcales, ya que aunque fueran conscientes de su propia existencia, el fenómeno de la reproducción, entendían que era patrimonio exclusivo de la mujer y , la aportación del hombre en este asunto carecía de explicación para su precaria razón.
Cuando la evolución del cerebro se amplía y los conocimientos crecen, los hombres descubren que sí son artífices de la reproducción, entonces y quizás por la fuerza, transforman esas sociedades matriarcales en patriarcales y se erigen en dueños del poder familiar en un principio, y social con el tiempo. Creo que en este momento de la historia, aparece tímidamente la ambición, que termina en ansias de poder y en guerras colonizadoras.
Para quienes tienen el poder surge inconscientemente la preocupación por mantenerlo, algo que les lleva a tener que ceder privilegios para rodearse de esbirros que defiendan ese poder, sin faltar el respeto al poderoso. Estos personajes, se transforman con el tiempo en soldados con privilegios moderados, que sojuzgan a los pueblos, los sumen en la más espantosa ignorancia y los explotan sin piedad. La colaboración, que fue el principio base para la creación de las primitivas sociedades, desaparece, y se transforma en EGOÏSMO.


Durante miles de años, las guerras fueron algo así como la televisión en nuestra era, hasta que los pueblos cansados de trabajar para poderosos, vagos viciosos y déspotas, comienzan a revelarse y a reclamar derechos impensables unos pocos años antes.
Lo primero que cede el poder es el derecho a la educación, algo que está mas relacionado con las nuevas tecnologías que con la bondad del gobernante, y esto termina con la aplicación manipulada de aquella Democracia que crearon en el siglo VII a C, los Griegos.
Los principios se adaptan para que no desaparezcan los privilegios y si los pueblos explotados intentan rebelarse, son aplacados brutalmente. Las democracias caen en manos de los grandes capitales que dominan a gobernantes títeres, y si el pueblo trata de adquirir cultura, esta cuestión se demora mediante crisis económicas controladas que impiden al hombre común, adquirir conocimientos que están reservados solo para los poderosos.
La colaboración y la solidaridad entre seres humanos, la transformaron en igualdad de oportunidades para ser más que otros y transformarse en opresores. Las modas se imponen y anulan la capacidad de decidir por si mismo, el derecho a dudar y el sueño de ser independiente, tolerante y buena persona. El único objetivo del hombre actual, es destacar sobre los demás y para llegar a esto, es capaz de pisotear a quien sea. Si todos los seres humanos primitivos hubieran actuado así, yo no estaría escribiendo este artículo, ni ustedes leyéndolo.
Tenemos que retroceder en ambiciones estúpidas y volar en bandadas de pájaros o mariposas, unidos todos para un bien común.
Aprendimos de todo, menos a vivir, y así nos va.

Mario R. Masjoán

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