sábado, 29 de marzo de 2014

RAZÓN E IRRACIONALIDAD



Nuestro cuerpo, anatómicamente hablando, tiene dos partes. Exteriormente tenemos: dos ojos, dos orejas, dos riñones, dos extremidades superiores y dos inferiores, dos ovarios, dos nalgas (una que duele más que lo otra cuando te inyectan algún medicamento), dos testículos, etc, y nuestra mente no podía se diferente, en ella, tenemos dos polos.
Para las religiones que se basan en una fe de forma irracional, medir las cosas con la razón que se basa en la evidencia, resulta casi pecaminoso.
Sin embargo la fe irracional puede ser desvirtuada por la evidencia de la razón, algo que le hace al creyente en lo abstracto, fanatizar su creencia sin argumentos lógicos, para poder sostenerla.
Esas dos partes en que se divide nuestro cerebro, suele aparecer en algunos casos como una enfermedad que se llama Trastorno Bipolar (o del comportamiento) en el que los pacientes manifiestan estados de euforia por una parte, y depresivos por otra. También radica en ese polo cerebral, la esquizofrenia, las psicopatías, etc.
La otra parte de nuestro cerebro es la racional, que suele ser más fuerte que la otra, dominarla he incluso, anularla, como en el caso de personajes como Gandhi, Sócrates, Vicente Ferrer (el de la India), etc.
Estas dos partes del cerebro están permanentemente enfrentadas, de la mala (le llamaremos así para que lo entienda cualquiera), aparecen también los sueños, las fantasías, las ilusiones, etc., que suelen ser reguladas por la parte racional, incluso, llevarlas al olvido. Esto no es más que el equilibrio corporal y mental que tenemos.

Hace un tiempo, escribí el siguiente artículo



MEMORIA SELECTIVA

La memoria selectiva aumenta con la edad por una cuestión elemental, ya que, al no poder desarrollar la capacidad cerebral al máximo, este elemento fundamental del ser humano que le permite vivir consciente, se satura aunque no se extingan los recuerdos no seleccionados, que pasan a una especie de reserva semi inconsciente que les hace aparecer sorpresívamente, cuando los necesitamos.

Los seres humanos con un cociente de inteligencia alto, tienen el funcionamiento del cerebro con un índice de capacidad de almacenamiento consciente superior al resto, algo que les permite diferenciarse de los demás. Su selección de recuerdos es menor y muy precisa.

Los grandes Filósofos, Matemáticos, Químicos etc. tenían y tienen un cerebro más desarrollado que el resto, con una capacidad de almacenamiento de recuerdos mayor que otros, sin tener que aparcar casi nada, algo que aumenta las deducciones lógicas.

Nuestro cerebro no evoluciona hasta llegar a su máximo rendimiento porque esta preso dentro del entorno familiar y social donde convive. Esta cuestión que parece casual, no lo es, y esta perfectamente controlada. Lo complejo que resulta vivir en las grandes ciudades, con educaciones mezcladas con vicios y drogas, y lo difícil que resulta también vivir en el campo sin opción a ningún tipo de evolución cultural, o en todo caso limitada, frenan el desarrollo cerebral y aumentan la selectividad de la memoria, dos cuestiones que automatizan al ser humano transformándolo en una especie de robot racional.

Nadie nace con un físico de atleta, ni campeón de ciclismo, automovilismo, futbolista destacado, ajedrecista o físico, o equilibrista, etc. Todo se adquiere con esfuerzo, constancia y un entorno correcto, pero hay fuerzas económicas a las que no les interesa que esto suceda, porque así, pueden seguir viviendo de los demás.

Creo que todos nacemos con una misma capacidad intelectual, con lo que, para llegar a ampliar nuestra evolución cerebral, solo es necesario una educación adecuada desde niño, y un esfuerzo total cuando se es adulto, sin descuidar el entorno.

Los incultos no nacen, se hacen…y los cerebros aumentan su capacidad funcional si se les entrena con conocimiento y razonamientos prácticos.

Si usamos la razón, esa que los únicos animales que la tienen son los humanos, difícilmente nos equivocaremos y, sin nos equivocamos, al menos tendremos el poder de disculparnos y rectificar.
Los entornos sociales están alterados adrede por el poder del capitalismo corporativo para anularnos la razón y así, dominarnos mejor. Ya consiguieron que una gran parte de la sociedad rechace la colaboración y se centre en el individualismo, la envidia y la necesidad de “triunfar” en algo, sin darse cuenta que en esta cuestión, los que triunfan son siempre aquellos que nos impulsan, con ese dicho que dice: “el fin justifica los medios”, nos transforman de solidarios a egoístas, y así va todo.
El principio básico que dio pié a la creación de las primeras sociedades, fue la colaboración, hoy totalmente perdida en los países desarrollados y así, la parte mala de nuestro cerebro, comienza a resquebrajar la razón.

Mario Masjoán

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