Siempre se a denominado
al sistema Democrático, como mal menor, algo que es realmente
esperpéntico ya que en nuestras manos esta, el poder transformar la
democracia en un Bien Mayor.
Pero el asunto está
tan viciado que parece no interesar a nadie, una evolución del
sistema que se corresponda más con su propia esencia.
Así tenemos que, quien
gana unas elecciones pseudo democráticas, se convierte
inmediatamente en el dueño del poder, incluso, sabiendo que él, es
solo el representante del poder que ostenta el pueblo dentro de
cualquier democracia bien entendida, aunque yo por cierto, no crea
exista ninguna.
Muchas veces resulta
irritante, ver las trabas que tiene la Justicia para actuar contra
cualquier miembro del gobierno o el congreso, por delitos que
cualquier hombre de la calle, esperaría su juicio en prisión
preventiva. Me reitero adrede, el hombre de la calle es el dueño del
poder y el político, solo su representante, o sea, que el método
tendría que ser todo lo contrario de lo que ahora es.
Se debería reformar la
Constitución, eliminando LAS MAYORIAS ABSOLUTAS, todo candidato
tendría un tope de un 49%, saque los votos que saque, para obligarle
a pactar, incluso, con oponentes a sus criterios políticos. Las
mayorías absolutas se transforman siempre en Dictaduras
Democráticas.
Se debería prohibir
las oposiciones destructivas, porque este quien esté en el gobierno,
y esté quien esté en la oposición, el pueblo es un todo y dueño
además, del poder político. Crear normas de conductas para los
congresistas, prohibiendo tajantemente las alusiones personales y los
discursos disparatados que transforman el Congreso en un circo.
Las reuniones (escasas)
entre el Presidente y el Jefe de la oposición, deberían
retransmitirse en directo por Televisión, así el pueblo sabría
perfectamente, quien es quien.
Los miembros del
Tribunal Constitucional deberían ser vitalicios y no simpatizar
políticamente con nadie. Preservar el cumplimiento de la
Constitución, no necesita políticas afines, sino personas
cualificadas y responsables.
En fin, que tenemos
políticos que anteponen su bienestar al del pueblo; Jueces
políticos; enseñanza precaria (intencionadamente) porque es más
fácil captar a un ignorante que a un instruido; un capitalismo que
manda sobre los gobiernos desde las sombras; guerras sin sentido, o
mucho, según se mire; un pueblo dueño del poder desconcertado y una
sociedad que pierde su base día a día, o sea, la colaboración.
Todo se puede arreglar,
solo hace falta tener voluntad de hacerlo, ¿pero?, esto es lo
realmente imposible de obtener.
Mario Masjoan
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