martes, 26 de agosto de 2014

¿HABLAMOS DE CRISIS?



Tanto en las empresas como en los países, las crisis se producen por la “saturación de los mercados”, algo que suele solucionarse con el aumento de la creatividad.
Pero también hay crisis provocadas desde las grandes corporaciones que dominan el mundo financiero. Estas son las más difíciles de erradicar, porque encierran egoísmos y ansias de poder que el pueblo desconoce.
Los gobernantes, sean del partido que sean, se ven con las manos atadas porque ven con asombro y preocupación, que todas las medidas para frenar la caída, fracasan sin motivo alguno.
Las bolsas suben y bajan sin sentido (o si) y los especuladores bursátiles se forran en pocos días. Las agencias de calificación están todas en el “ajo” y campan a su antojo por los mercados del mundo entero.
En Europa hace falta una unión mas fuerte y una economía igual y general para todos los países. Que estas medidas supongan un sacrificio para los más poderosos, está claro que es así, pero terminaría con los especuladores. Como ejemplo pondré a España, que era un país que exportaba más de lo que importaba, pero una mala gestión en la construcción de viviendas desencadenó el desastre. Arruinó gran parte de la costa, de espacios protegidos ecológicamente y terminó en crac.
El gobierno de Aznar permitió a los Ayuntamientos recalificar terrenos a diestra y siniestra. Con este sistema demencial y descontrolado, dejó de subvencionar a dichos ayuntamientos, pero tuvo que importar mano de obra extrajera para suplir las necesidades.
Cuando el presidente Rodríguez Zapatero se da cuenta de la que se le avecina, dice que estamos padeciendo una desaceleración económica, algo que me pareció muy prudente. Pero toda la oposición se le echó encima, criticando sus palabras y acusándole de mentiroso por no decir “crisis”. algo que me pareció retorcido o inculto, porque si se le hubiera ocurrido decir crisis en aquel momento, hoy tendríamos el doble de empresas cerradas. Pero esto también refleja la incultura de la oposición (parece que no hubieran ido nunca a la escuela), porque la palabra “desaceleración, es el tercer sinónimo de crisis, aunque menos impactante.
La oposición no jugó limpio en esta desaceleración, depresión o crisis (como quieran llamarle) y se pasó toda la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero, mintiendo descaradamente, y tachando al presidente de mentiroso, sin colaborar con él, en terminar el desastre en el que nos vimos casi de golpe sin comerla ni beberla, ya que España era en el 2.006, un país que exportaba más de lo que importaba. No obstante, el llamado “ladrillazo de Aznar” resultaba imposible detener.
Cuando la Unión Europea obligaba a hacer recortes para salir del entuerto mundial, los del PP, lejos de colaborar con el Presidente, ponían zancadillas, no aportaban ninguna solución y hasta llegaron a proclamarse en un momento como el partido de los trabajadores. Ellos no harían que los asalariados pagaran los “platos rotos” de Zapatero (porque llegaron a decir que Zapatero era quien había provocado esta crisis mundial). Pero cuando se realizaron las primeras elecciones autonómicas y ganaron ellos y sus mentiras, entonces se les empezó a ver el plumero. Quienes pagaron el pato fueron los empleados públicos: Maestros de las escuelas públicas, Médicos y enfermeras de la S. Social, Barrenderos, Conductores de Autobuses Urbanos, etc., pero ningún político o miembro destacado de la Cam (caja de ahorros del Mediterraneo), dirigida desde la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, como ser, a la que de un “patrimonio de 500.000.000 de Euros, entre prejubilaciones y premios por gestión, la dejaron en quiebra y con solo 200.000.000 de euros.
Este es el partido de los trabajadores y los que nos sacaran de la crisis. Cuando se hable de crisis, que se diga la verdad, algo que hasta a mi me hace gracia pensarlo.

Mario Masjoán

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