sábado, 3 de mayo de 2014

EL PATÉTICO MITO VIRGINAL

La cuestión de la virginidad de la mujer tuvo connotaciones mitológicas y religiosas.
Las Vestales tenían que ser vírgenes para ocupar el templo Greco-romano; Maria queda embarazada de Jesús sin perder su virginidad; a los musulmanes al morir, les espera un cielo donde corren ríos de miel y 72 vírgenes para cada uno, como símbolo de la felicidad eterna.
Otras culturas, sacrificaban niñas vírgenes a los dioses para que las cosechas sean buenas, para no ser atacados por otros pueblos, para que llueva, etc.

La mujer debe llegar virgen al matrimonio dice la cultura cristiana; y entre los gitanos, aún se usa el pañuelo desvirgador como verificador de la virginidad, si se extrae con sangre.

El mito de la virginidad llega hasta nuestros días totalmente desinflado, pero aún hoy se mantiene como ejemplo de ridiculez que practican como normal y divino, la mayoría de las religiones judeo-cristiano-musulmana.

Pero resulta que el verdadero motivo que dio pie a la aparición del mito de virginidad femenino, solo fue una de las causas que reafirmaron la supremacía del hombre sobre la mujer.
Está claro que la justicia adjudicada a seres abstractos e imaginarios, es disparatada y se aparta de la realidad humana, ya que con un criterio de equidad, principio básico de JUSTICIA, el hombre también debería llegar virgen al matrimonio.

Cuando leí en que consistía la felicidad celestial pos-mortem de los musulmanes se me ocurrió pensar que era perecedera he insignificante, porque vivir con ríos de miel, supondría tener una especie de fábrica de gordos, y, las 72 vírgenes que vienen con la miel, suponen que, contando con que cada himen penetrado puede durar intacto un segundo, tendríamos una felicidad que duraría exactamente: 72 segundos, o sean, un minuto y doce segundos. Creo, sin tratar de ofender a nadie, que esta delirante felicidad no puede costar la inmolación de nadie.
El macho humano crea el mito virginal como refuerzo de su masculinidad que, ante la debilidad que presentaban las creencias Greco-romanas al respecto, dándoles una pequeña cuota de poder a sus mujeres sacerdotisas (vírgenes), adoptan los mandatos de otra mitología, la Judeo-cristiana (y posteriormente también musulmana) que empieza a calar con fuerza en la gente y como verdad, a pesar de que se mueve dentro de lo abstracto como todas.
Esta nueva mitología trae consigo unas historias terroríficas mezcladas con principios humanos lógicos que se atribuyen a dioses abstractos ridículos y contradictorios.
Cuando ese abstracto dios inventado por Moisés dentro de las antiguas sociedades judías, crea a Adán, el primer hombre de este mundo, tenemos que, si nos tomamos la molestia de aplicar las matemáticas en esta cuestión, llegaremos a saber que el primer hombre fue creado por dios entre el año 3.000 al 4.000 antes de cristo (exactamente), o sea, cuando esto estaba lleno de gente y con diferentes sociedades perfectamente identificadas. Pues bien, la institucionalidad del MACHISMO actual comienza en ese momento, concretamente cuando la primera pareja de la humanidad, ADAN y EVA, son expulsados del paraíso, porque en ese momento el abstracto Dios les castiga de la siguiente forma: al hombre, a ganar el pan (alimento que seguramente aún no conocían), con el sudor de su frente, y a la mujer, a parir con dolor y, agregando como regalito: el hombre se enseñoreará de ti. La puso por debajo del hombre, descaradamente-
Todas estas esperpénticas cuestiones solo duelen en las mentes sensibles y racionales,
aunque también, como en este caso a mi, me irriten.
Algunos racistas discriminan a quienes tienen un color de piel distinta a la de ellos,
pero no tienen ningún problema en acostarse con sus mujeres porque se sienten superiores a ellas, en una palabra, el poder demostrar que se es hombre cambia el racismo de color por el racismo sexual dominante.
La virginidad fue un mito machista, inhumano y en algunas culturas terriblemente cruel. Lo incomprensible es que aún algunas culturas lo mantengan.
Las mujeres vienen sintiéndose culpables desde hace más de 2-000 años. Creo que ya es hora de que esto se acabe, al igual que el mito de la virginidad, ridículo y sin sentido-

Mario Masjoán

A MI AMADA…en la distancia

Al viento le cuento que te amo
Pensando que hasta ti llegará su brisa,
Soñando que además de transportar mi cariño
Acaricie tu cuerpo como yo lo hacía.

Al viento le cuento la tristeza y dolor
Que me causa el no verte,
Más a favor le pido que nada te diga
Y si una pena detecta
En tu mente divina,
Silbe alegres melodías
Que puedan devolverte la felicidad perdida.

Al viento le pido me traiga tu aroma,
Me cuente detalles de toda tu vida-
Le rogué te traiga volando algún día,
Más dijo que no,
Que tu me querías
Y aún me esperabas de noche y de día.

No puedo vivir lejos de tu vida,
Porque ya es tu vida,
Parte de la mía.

Mario

De esto se desprende solo una cosa: NUESTRO INVENTADO DIOS NOS HIZO “MACHISTA” Y A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, en concreto: DIOS TAMBIÉN ES MACHISTA
Tanta mentira idiota, me quita de quicio
Mario Masjoán

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